Ecos nocturnos

29.11.2009 20:56

Perdóname por ser como tú,
débil lucero del alba,
agotado, solitario, tardío...


Te quedaste solo al final de la fiesta y te pusiste a recoger los platos
Como si nada...

...Y como si nadie
pudiera observarte.

Prudentemente vencido
e indiferente a las noticias del nuevo día.

Perdóname por ser como tú.

Que me añoras, que te añoro
a pesar de las horas cada día compartidas

Pero ya no es tiempo de palabras seductoras,
ni de miradas cargadas un punto más de la cuenta
La seguridad es la seguridad, ya sabes
Y la constancia protectora en el amor
puede vencer, al menos por una vez,
al deslumbrante y pasajero destino
También ya sabes

¡Menos mal y que infinita pena!

¿Te cuento? Me hubiera gustado habitarme de lo tuyo
y de lo de ese niño de ojos grandes.
Muchísimo
En otro tiempo paralelo
O alternativo
Pero ahora no sé cómo enlazarte
Sólo puedo ofrecerte un puente invisible
un aliento comprometido
una sonrisa tierna y rutinaria
una fingida y comedida tibieza

Me gustaba verte en la lejanía
Me emocionaba verte feliz
Segura, sentenciando el horizonte de alegría
Ya no imaginaba que un día cruzarías
atrevida
tanta distancia
imprevista
tanta distancia

Perdóname por ser como tú,
débil lucero del alba
Agotado, solitario, tardío...

Que te quedaste dormido entre las zarzas
sobre las fríos ecos nocturnos del bosque en primavera
 mientras todos te buscaban
y a ti te cantaban nanas las estrellas

Sin puertas que abrir, sin ventanas que cerrar,
Prudentemente vencido
e indiferente a las noticias del nuevo día...
 
Marzo 07

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Miguel Cabeza