Poemas del oficinista

29.11.2009 20:55

LUCAS, EL FILÓSOFO

 

 

Un apetito huérfano sobre el corazón asombrado

Un par de cervecitas en soledad
La vista despejada
Un lápiz

Un papel -vale la servilleta del bar-
La posibilidad del sonoro monólogo, libre y discursivo

Y... ¡Bienvenida la filosofía!

 

 

LA PELIRROJA

 

 

La voz dulce emerge desde la pelirroja llama

Ondas complacidas y delicadas
fluyen insinuantes y etéreas

 

La cárcel brumosa es para los ríos de nata y fresa

que se escapan de los cauces del movimiento,
El bramido interior se urge a tejer la red
En su mirada: el transformador maná

 

La pelirroja llama no descarga, sin embargo,
sus ojazos
tan tristes como risueños

del perdido infinito que le secuestra la esperanza

 

 

 

LA AUTÓFAGA

 

 

Geografía inédita y sorprendente
para fortuna de los ojos adheridos a los confines fundamento

desde los que emergen
densos, pulidos, relucientes
juegos de volumetrías

 

La ascensión visual será prudente

 permitiéndose la placentera escalada sensorial

Nada puede fallar
ni hacerte rodar hacia abismos inadvertidos

 

Trepa entonces la mirada a pulso
las densas y bronceadas pendientes
y a cada pequeña distancia
se confirma lo que se promete,
el potencial descomunal
de la morena arena de hembra repleta

 

Pero en la cima no habrá bandera

sino acorralados ojos almendrados

mostrando el desafío de las emociones de la sangre

la pasión desbocada,

los delirios rotos

 y la lava abrasiva que no funde cadenas.

 

 

LUCAS, EL COLONIZADO

 

 

Las callejuelas,
vacías de palabras,
húmedas amanecen el día
La vida se descubre una vez más

dentro de un tubo de ensayo
y ya siempre será hoy

 

El mar le mira en silencio
y no le advierte
ni le impide asumir el tiempo

como la distancia que a cada paso

lo separa algo más de sí mismo

 

La nada interior lo ausentará
en cuanto las oscuras siluetas pescadoras

inicien la faena.

 

 

ADELA

 

 

Enfrentarse al brillo diáfano de sus ojos dorados

es comprender
que la edad no es concepto razonable


Adela

Tez aceitunada,

labios perfilados,
fiereza noble,
elegancia natural de jefa y hechicera


Fidelidad a un mundo posible
donde existen amores inevitablemente fundidos

 

Adela gacela

Adela riachuelo
Adela pájaro de mil colores
Adela tiburón


Vieja Adela carcelera
de la joven Adela preservada sólo para él:


No la herirán los rayos del sol
No la someterán las experiencias de la vida

No la marchitarán otros amores

 

E irremediable llegará el día señalado en las estrellas

en que  libre escape, la promesa enamorada

 

 

LUCAS, EL PERDIDO

 

 

Distancia, distancia,

Altura, altura,

 

Caída hojita de otoño retornando
al frondoso árbol de la primavera prendida
Mientras
la noble insensatez
inusitada y tierna
protege guardiana los previsibles intentos de la mente

 

Lejanía, lejanía

distancia, distancia

 

Provoca entonces el corazón del movimiento

la floración de los amorosos misterios

El Universo de lo estable y lo inestable

de las leyes eternas

y las expresiones mutables


... Ya sólo preocupa la pacífica paloma

desprendida del arcoíris

 

 

LA FLORISTA

 

 

Equilibrio sólido, anclaje potente
apegada a la tierra, el corazón en el vientre

... Y el vientre es un melón.

 

Acoplada a lo inmediato:
el trabajo, la familia, otro hijo, el coche a plazos...

La mirada es clara y limpia:
no se máquina, no se chismorrea, no se desea el mal...

 

El suicidio todavía se hará esperar para darle al amor su oportunidad

 

 

 

 

AMOR

 

 

Éste es el paraíso que yo ahora elijo
Ésta es la muerte que acepto vivir en plenitud
Éstos son los altos espacios de aventura
a los que sólo pueden acceder los vuelos del corazón.(*)

(*) “els alts espais són l'aventura que solament ton cor atreu”. Guiem Colom (“Cançó de l'hostessa” )

 

 

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Miguel Cabeza